De los discursos de odio a la mesura de terminología nazi en Argentina

A través de un comunicado el Museo del Holocausto instó a evitar la mala utilización de conceptos afines para argumentar contra un adversario. La medida detrás del último cruce entre Carrió y Milei.

Por Valeria Druckmann

Hace un año atrás la aparición de volantes con frases de Adolf Hitler y otros contenidos antisemitas sacudieron a la ciudad de Viedma. Estos culminaban con una firma que revelaba el carácter promocional de los mensajes por parte de un grupo organizado (Organización Alerta Nacional) que reivindicaba al régimen que asesinó a millones de personas y esparció una ideología que continúa haciendo daño.

En 2018 ingresó al país un cargamento con dagas, herramientas y cascos que contenían esvásticas y fueron interceptados por la Aduana Argentina en conjunto con la cartera de Seguridad nacional. Las frases, ideas, insultos y símbolos que tuvieron su origen durante uno de los peores momentos de la historia, se expandieron rápidamente a nivel mundial y continúan latentes, promovidos por grupos extremistas que hoy pueden identificarse en diferentes puntos del país.

A comienzos de junio los colectivos Nosotras Proponemos (NP) y Artistas Visuales Autoconvocados repudiaron la reciente “apertura de un centro cultural neonazi” denominado Kyle Rittenhouse en la ciudad de La Plata, sumándose a grupos de Derechos Humanos que denunciaron a sus fundadores e integrantes por “promover y ejercer prácticas sistemáticas de hostigamiento, agresión y acoso a comunidades locales” y de “difundir en declaraciones públicas discursos de odio, intolerancia y negacionismo” contra colectivos que promueven la igualdad de género y profesan el comunismo.

Una semana más tarde la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén (APDH) denunció al dirigente neonazi de Mar del Plata, Carlos Pampillón, tras la viralización de un video en el que “incita a la violencia y odio hacia la comunidad mapuche” y que además proponía que la población se organice para que “bajen, escupan y quemen toda bandera mapuche que vean en la región“.

Kyle Rittenhouse, el nombre del Centro Cultural en “homenaje” a un joven estadounidense que fusiló a dos personas e hirió gravemente a otra durante una protesta del Black Lives Matter el 25 de agosto de 2020.

Por si esto fuera poco, la intolerancia y la ruptura de límites comienzan a penetrar otras esferas llegando a los principales referentes políticos. En los últimos días la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, protagonizó un tenso cruce con el diputado libertario Javier Milei, a quien acusó de ser “peor que (el líder nazi Adolf) Hitler“, por lo que inmediatamente el Museo del Holocausto pidió “mesura” sobre el uso de “conceptos relacionados al nazismo”.

A través de un comunicado la entidad enfatizó: “El Museo del Holocausto de Buenos Aires llama a toda la dirigencia política a manejarse con mesura. En el marco de las discusiones públicas de estos últimos días, instamos a evitar la mala utilización del Holocausto para argumentar contra el adversario y el uso de conceptos relacionados al nazismo como adjetivo o insulto, a quienes dirigen los partidos políticos”.

También, cuestionaron particularmente la frase en la que Carrió afirmó que “los judíos alemanes votaron a Hitler y terminaron en Auschwitz“. En declaraciones radiales, la dirigente de Juntos por el Cambio alertó sobre la posibilidad de que Milei gane las elecciones presidenciales de 2023 por los votos de una sociedad “que entró en ira”. Sería “peor, porque no tiene equilibrio emocional” y puede llegar a “lugares impensados de lo humano”.

A lo que agregó: “El problema es que cuando la sociedad entra en ira, se enferma. Y cuando se enferma, vota enfermos, vota psicópatas. Los judíos alemanes votaron a Hitler y terminaron en Auschwitz”.

En este sentido, cuestionó las ideas y poderes detrás del fenómeno de derecha: “Él no está solo. Detrás de él hay grupos que operan en todo el mundo. Son grupos muy poderosos, de extremos religiosos incluso, que están tratando de generar un orden mundial profundamente autoritario, no inclusivo, contrario a los derechos humanos y a favor de la eliminación de los pobres“.

En este marco, el Museo del  Holocausto consideró que: “Es absolutamente inaceptable e insultante la acusación de que los judíos, las víctimas del Holocausto, hayan tenido algo que ver con la llegada de Hitler al poder“.

Y concluyó: “La responsabilidad política requiere de prudencia y respeto en el uso de conceptos con tanto peso en la memoria colectiva. Solicitamos mesura”.♣♣♣

#PA.

19 de junio de 2022.

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